Esa mañana la asustadiza lombriz al despertar y mirar su cuerpo halló un puñal de incredulidad hincándole la mirada.Con escépticos ojos y enroscada al tronco de aquel árbol pudo avistarse desproporcionadamente larga!...de la noche a la mañana su longitud era señorial y majestuosa,tal vez sus plegarias por transmutarse en una Anaconda habían sido escuchadas.De ser así,le abrazaría los pies a la virgen que siempre se posaba a la sombra de aquel arbol -donde ahora ella permanecía ondulante-, a colorear peonías, y no la dejaría ir para que todos vieran que está en lo cierto, que ésa virgen al aparecer trae consigo apaciguados serafines que bautiza con aguas celestes que a chorritos brotan de su manto.O tal vez es tiempo de buscar aventuras, de huír al bosque y camuflar su exótica tez entre lanceoladas hojas, y morder a las ninfas que corretean indecentes perseguidas por locuazes centauros ambarinos.Cuantas cosas podrá lograr ahora que es una valiente y respetada Anaconda!.........Lo que la desorientada lombríz no sabía,era que luego de su nocturno peregrinar, esa mañana despertó olvidadiza y enroscada al tronco de un maravilloso bonsái japonés....
viernes, 16 de octubre de 2009
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Carlos, este es hermoso casi un cuento infantil.
ResponderEliminarmuy entretenido carlos, felicitaciones
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